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Conversamos con: Noelia Cruz, investigadora de la ULL.

Huella hídrica para aprender a reducir el uso del agua.

Blas Bravo es un agricultor innovador de Breña Alta con el que colaboramos en los living labs de La Palma, dentro del proyecto GEMINI ODS13. Con su cargada experiencia produciendo cítricos, pivotó con el mercado y lleva años adaptando su explotación hacia los aguacates. Cuando hablo con él me plantea un reto: ¿Cuánto menos puedo regar mis aguacateros?

Esta pregunta parece estar hecha apuntando a la investigación que acaban de presentar Noelia Cruz, Juan Carlos Santamarta y Carlos Álvarez, en su artículo Water footprint of representative agricultural crops on volcanic islands: the case of the Canary Islands, en la revista Renewable Agriculture and Food Systems de la Universidad de Cambridge, que tiene como objetivo el estudio de la huella hídrica de los cultivos de plátano y aguacate en las tres islas más importantes para su cultivo del archipiélago canario. Si quieren encontrar el artículo (en inglés), pueden acceder al estudio en este vínculo.

En la imagen, de derecha a izquierda. Noelia Cruz, Juan Carlos Santamarta, y Carlos Álvarez,
investigadores y corredactores del artículo.

Gracias al concepto de Huella Hídrica (HH) que utilizan en su investigación, del que les hablamos en un post reciente que puedes leer
aquí
, los investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) están dando pasos en el conocimiento que nos permita hacer más sostenibles nuestros cultivos. 

GEMINI ODS13- Como ve, Blas está tratando activamente de conocer y comprender su cultivo de aguacates con ese objetivo ¿cómo le explicaría qué es la HH en una frase a Blas, un agricultor innovador de más de 70 años?

Noelia Cruz- La huella hídrica en los cultivos nos permite conocer la cantidad de agua de lluvia que es aprovechada por la planta, y la cantidad de agua que debemos aportar para cubrir las necesidades hídricas de esta.

G-ODS13- Por sus conclusiones, en Canarias tenemos una HH más alta que en otras zonas en nuestros cultivos de aguacate. Por ejemplo, si la media de huella hídrica en aguacates a escala mundial es de 237 m3 t−1, en Canarias es de 900.07 m3 t−1 ± 367.88. ¿Por qué le sale más caro ecológicamente cultivar aguacates a Blas que a otros productores?

NC- Es importante destacar que la HH no debe compararse con otras regiones, ya que, en el caso del aguacate que es un cultivo tropical, hay zonas en las que crece donde el aporte del agua de lluvia es muchísimo mayor que en Canarias, por lo que es necesario tener en cuenta las diferencias climáticas entre regiones antes de comparar resultados.

Tabla de huella hídrica en cultivos de aguacate en Tenerife, Gran Canaria y La Palma
En la gráfica, los diversos indicadores relacionados con la HH,
en las 13 ubicaciones de las parcelas de aguacates en estudio.

G-ODS13. Sí, es una precaución que comenta en su artículo, que no son comparables diversas zonas por el indicador de la HH, y también comenta que sirven “como herramienta para reducir el uso del agua en el futuro mediante la mejora de los sistemas de riego y el uso de tecnologías que permitan un uso más eficiente del agua”. ¿qué es lo primero que quiere usted que entiendan agricultores como Blas, si leen su artículo?

NC- El aguacate presenta una alternancia en su producción, lo que significa que un año puede ser muy productivo mientras que al siguiente no, pero, aun así, el cultivo requiere agua durante ambos años. Esto, sin duda, tiene un impacto en la huella hídrica del cultivo, ya que se calcula en función de las toneladas producidas.

También, en Canarias, el aguacate ha sido históricamente un cultivo destinado al consumo propio y no ha tenido una trayectoria tan consolidada como cultivo de venta y exportación. Es interesante destacar que, en muchos lugares, el aguacate se ha convertido en un cultivo comercial muy importante debido a la creciente demanda en el mercado global. La asociación Asguacan parece ser un paso en la dirección de mejorar la eficiencia hídrica del cultivo y, presumiblemente, ayudar a los agricultores a gestionar mejor los recursos hídricos en su producción de aguacates.

G-ODS13- Algunos titulares sobre su artículo de los medios de comunicación de masas han sido como este ejemplo: “El impacto medioambiental por la producción de aguacates es casi seis veces mayor que el del plátano”. En su artículo comenta que el impacto del plátano es menor debido “al hecho de que la producción por unidad de superficie es mucho mayor en el caso del plátano”. ¿Hay que mejorar la investigación para ampliar el modo en el que entender los balances de impacto, al evaluar nuestras inversiones agrarias en las islas?

NC- Un sí rotundo, la investigación debe ir de la mano con las prácticas agrarias diarias, ya que el ahorro hídrico es vital en una región ultraperiférica con limitados recursos.

 
En la imagen se muestran las ubicaciones de las diversas plantaciones de aguacate y plátano en las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma
En la imagen, las ubicaciones de los diversos agricultores participantes en la investigación

La gestión sostenible del agua en la agricultura es esencial, especialmente en cultivos como el aguacate que requieren una cantidad significativa de agua. Esperemos que iniciativas como Asguacan contribuyan a encontrar formas más eficientes y sostenibles de producir aguacates, reduciendo así su huella hídrica y beneficiando tanto a los agricultores como al medio ambiente.

Para el estudio, financiado dentro del Proyecto IHEC – Investigación sobre la huella ecológica en Canarias, además de los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación Naciones Unidas (FAO) y del Sistema de Información Agroclimática para el Regadío (Red SiAR), han participado 33 parcelas localizadas en las islas de Tenerife, La Palma y Gran Canaria, 20 de plátano y 13 de aguacate.

Esta participación de los y las agricultores en los proyectos de investigación, es un paso fundamental para conseguir una transferencia efectiva del conocimiento hacia los sectores productivos. Es lo que desde la FAO se denomina metodología Farmer Centric On Farm Experimentation (OFE), un nuevo modo de crear conocimiento entre los centros de investigación y los y las agricultores. Y esto es esencial en las estrategias de adaptación y lucha contra el cambio climático, para lograr un desarrollo vinculado con la sostenibilidad de nuestras actividades.

Les dejamos un par de vínculos, de los temas y asociaciones que hemos comentado en este post:

  • Para conocer y leer el artículo de Noelia Cruz, Juan Carlos Santamarta y Carlos Álvarez, pueden hacer click aquí
  • Para visitar la página del proyecto marco de financiación del estudio, pueden hacer click aquí
  • Para conocer la Asociación Asguacan, pueden hacer click aquí

#cultivosxmitigación

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